¿Hacemos crecer el área de marketing internamente o buscamos un equipo externo que nos acompañe?
Externalizar puede sonar riesgoso si lo único que se tiene en mente es perder visibilidad, tono de marca o alineación con ventas. Pero cuando se hace bien, el outsourcing no debilita la estrategia, la potencia. No se trata de delegar tareas aisladas. Se trata de construir una estructura de marketing profesional y eficiente, sin cargar internamente con todo.
No es una moda. Es una respuesta práctica y estratégica frente a tres desafíos:
Crecimiento sin estructura: muchas empresas en expansión no tienen el tiempo ni la capacidad para formar un equipo de marketing completo desde cero.
Desalineación entre marketing y ventas: cuando el área de marketing se queda en lo táctico, pierde impacto comercial.
Costo y eficiencia: externalizar permite acceder a especialistas, tecnología y visión estratégica sin asumir la carga de contratar, capacitar y gestionar perfiles diversos.
Según datos de Clutch y HubSpot, más del 60% de las empresas B2B en crecimiento tercerizan parte o todo su marketing digital, no solo por costos, sino para mejorar el foco estratégico.
No todo el marketing necesita estar dentro de la empresa. Lo importante es tener una visión estratégica interna, que sirva de ancla. Desde ahí, se pueden externalizar múltiples áreas:
Desarrollo de estrategia comercial y de marca
Automatización y gestión de CRM
Campañas de performance (Google Ads, Social Ads)
Estrategias de contenido (SEO, blog, posicionamiento)
Gestión de redes sociales (editorial, comunidad)
Email marketing y fidelización
Optimización de funnels de conversión
Análisis de datos y reporting
Lo esencial es que el partner externo no solo ejecute, sino piense en conjunto con la empresa. Que actúe como una extensión del equipo, no como un proveedor aislado. Menos aún como un tomador de pedidos.
Externalizar no es soltar el timón. Es definir cómo se navega, con quién, y con qué reglas. Estas son las condiciones que hacen que funcione:
Lo que no funciona: contratar una agencia para “manejar redes” sin tener claro qué objetivo se quiere lograr con eso.
Lo que sí funciona: trabajar con un equipo que parte por el diagnóstico y conecta cada acción con un resultado esperado (leads, fidelización, posicionamiento, etc.).
No sirve medir solo clics o seguidores. Tampoco el famoso ROAS. Cuando el equipo interno y el externo comparten KPIs como costo por adquisición (CPA), tasa de conversión o valor del cliente en el tiempo (LTV), Ventas o Margen, todo cambia.
El marketing deja de ser “creativo” y se vuelve parte del negocio.
Los informes deben decir algo más que “aumentó el alcance”. Un buen partner muestra qué funciona, qué no, y qué decisiones tomar en base a datos. Y debe hacerlo con frecuencia y claridad.
Aunque se externalice, alguien dentro de la empresa debe tener ownership del área de marketing. No necesariamente como ejecutor, pero sí como articulador entre la estrategia comercial y el equipo externo.
No todas las empresas están listas, ni todas lo necesitan. Pero hay contextos donde externalizar es especialmente valioso:
Cuando se está escalando y no hay tiempo (ni recursos) para armar un equipo completo desde cero.
Cuando se ha probado con agencias tácticas y se necesita un partner más estratégico.
Cuando el área comercial requiere soporte de marketing que entienda el ciclo de ventas.
Cuando hay claridad sobre los objetivos, pero falta músculo para ejecutar de forma profesional y consistente.
Elegir un partner equivocado puede costar caro. Estas son señales de que estás en buenas manos:
No empieza por ofrecer “servicios”, sino por hacer preguntas.
Entiende tu industria, tu negocio y tu cliente final.
Mide su éxito según tus resultados comerciales, no sus entregables.
Trabaja con metodologías claras y procesos auditables.
Se integra con tu equipo, y no te hace depender 100% de él.
Es normal. El marketing es sensible porque toca tu reputación, tu propuesta de valor y tu conexión con el cliente. Pero si te estás planteando crecer con más foco, velocidad y eficiencia, no subestimes lo que una buena estructura externa puede aportar.
La clave está en elegir bien, establecer reglas claras y exigir estrategia con ejecución. No solo diseño o campañas. Un marketing estratégico bien ejecutado, puede ayudar a tu empresa a escalar sus resultados comerciales de forma sostenible. Pero ojo! no es de un día para otro. Acá puedes ver cuanto tiempo tarda en verse el impacto.
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